AMIGOS DE LA GUITARRA DE VALENCIA
JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
José Luis González ha pasado a la historia de la música como uno de los más insignes guitarristas valencianos. Su libro de técnica tiene una gran difusión en Japón, país donde aún sigue siendo un artista muy venerado, y donde se hizo el primer homenaje tras su fallecimiento. En 1953 el maestro González, siendo aún muy joven, da su primer concierto para la Sociedad Amigos de la Guitarra de Valencia, al que siguieron varios recitales más tras su gran éxito. Once años después de su muerte nuestra sociedad le rinde homenaje a través de sus alumnos más cercanos, muestra inequívoca de la escuela que legó el músico alcoyano.
José Luis González nace en Alcoy en 1932. Inicia sus estudios de guitarra con su padre, entusiasta aficionado a este instrumento. Sigue la carrera en el Conservatorio de Música de Valencia con Rafael Balaguer, con brillantes calificaciones. Años después, gracias a una beca del Ayuntamiento de Alcoy, se traslada a Madrid donde perfecciona sus estudios durante seis años con el maestro Regino Sainz de la Maza, quien pronto le consideró entre sus predilectos. Posteriormente, y becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, asiste a los Cursos Internacionales de Santiago de Compostela entre los años 1953 y 1959, donde conoce maestro Andrés Segovia, de quien recibe enseñanza durante seis años, en dichos cursos y en clases privadas en Madrid.
Durante siete años ostenta la Cátedra de Guitarra en el Conservatorio Superior de Sidney (Australia). Ha grabado más de 20 discos en Holanda, Inglaterra, Australia, Japón y España, habiendo dirigido cursos internacionales y dado conciertos en la mayoría de los países europeos, Japón, Australia, Africa y EE.UU. Impartió clases de guitarra como Catedrático en el Conservatorio de Música de Alcoy. Por sus méritos, el Ayuntamiento de Alcoy le confiere, en 1988, la dirección del Himne de Festes.
En su repertorio, por un lado, es seguidor del maravilloso mundo de Bach y Scarlatti, y de otro, de la guitarra clásica de Sudamérica y México, así como de los compositores españoles. En todos ellos, exhibía un fantástico recorrido de técnica y una brillante ejecución.
En marzo de 1998, de manera inesperada, falleció en Madrid, dejándonos consternados a todos quienes le conocíamos y queríamos, además de huérfanos de una buena persona que allí donde iba dejaba un imborrable recuerdo, tanto humana como artísticamente.
